Tus ojos...
¡Oh tus regios ojos negros de sutil policromía...
que en mis noches de delirios y quiméricas visiones,
cual nenúfares divinos ve flotar mi fantasía
en la riente superficie de un gran lago de ilusiones.
Oh, tus ojos negros tristes de angustiosa letargía..
almas tiernas marchitadas por ingentes afecciones,
pensativas flores mustias de romática agonía
que trasuntan mis sentidos a un raudal de ensoñaciones...
Ven, ¡oh! hermosa poseedora de esos ojos tentadores
dulces ánforas fecundas cuyo néctar delicioso
suplicando están los mios cual febriles bebedores...
Ven y acerca a mi esos ojos soñadores y sombríos,
que en el mar de sus pupilas cunde un algo misterioso
que veneran incansables, los amantes ojos míos.
El abuelo Julio Artucio